lunes, 27 de enero de 2014

Los abusos psicológicos también cuentan

Esta entrada de hoy viene a consecuencia de un hecho que me ha pasado este fin de semana, un hecho que debido a su importancia me parecía valido para reflejarlo aquí en el blog.
El viernes me enteré comentando el día a día de los estudios de mis hijos que el mayor de ellos hablaba de "clanes", sorprendido por la palabra puesto que no suponía que el supiera que significaba más que añadida a TV para el famoso canal de televisión, escuche atentamente lo que contaba, yo sinceramente desde "Los Inmortales" tampoco escuchaba esa palabra y menos en el contexto en el que se expresaba.
Resulta que ahora los chavales se montan sus "clanes" para jugar a la PlayStation o Xbox, y no lo hacen solo los fines de semana, también los días de diario, y el tema está en cómo funcionan esos "clanes": En primer lugar tienes que conectarte SI o SI a la hora que decida el niño de turno, si no lo haces, te echan fuera. En segundo lugar tienes que jugar muy bien, si no eres lo suficientemente bueno, también te echan. Todo esto podría ser incluso pasable, el problema es que entre ellos se machacan literalmente y se ponen la hora y se forman grupillos. El estrés que vive el chaval cuando está llegando la hora del juego, es bestial, no puedes llamarle, no puedes irte fuera con el a dar un paseo o comprar, si falta, fuera, ya no vale. De igual manera resulta que el susodicho chaval tiene que ponerse a jugar un montón de horas para poder jugar al nivel de los demás porque si no...fuera.

Esto me ha hecho de verdad sentirme mal, sentirme mal porque lo que era un juego, un pasatiempo, se convierta de la noche a la mañana en una obligación, en un "trabajo" sin remunerar en el que si no estás, te conviertes en un paria, en un expulsado de un grupo con el que luego tienes que convivir en el instituto o el colegio.

Normalmente los abusos psicológicos son mucho más duros y permanentes que los físicos ¿porqué? bueno porque los primeros suelen ser mucho más duraderos en el tiempo, por desgracia no solamente existe este problema en la escuela, a diario se viven infinidad de casos con los adultos, en el trabajo, en el hogar, las duras pruebas que pasan o pasamos nos hacen forjarnos una personalidad a prueba de bombas, nos hace ser un poco menos humanos de lo que debiéramos. Muchas veces me pregunto donde esta aquella persona que yo era hace veinte años, quince, incluso diez, pero es muy difícil mantenerte en una postura amigable y abierta cuando continuamente te machacan en todos los aspectos de la vida. Es cierto que no siempre es así, no siempre la vida es dura, pero no suele ser lo habitual. La marcha de los acontecimientos cotidianos nos transforma, nos hace menos vulnerables a lo que ocurre en el mundo, y eso se llama abuso, y no de una persona en concreto, solemos cambiar y no precisamente para ser más sensibles, más amables, más risueños, no, el mundo con su presión psicológica nos vuelve peores.

Es hora de cambiar, es hora de darle la vuelta a la tortilla, es hora de que el mundo sea un mundo más agradable para todos, que todos situemos lo positivo al frente y lo pesimista detrás, siempre podremos mirar atrás y decir "pues vaya el pasado, que malo es", sonríe, dale un abrazo a alguien sin que venga a cuento, seguramente le sorprenderá y también le alegrará, sabrá que puede contar contigo para estar bien, cuenta un chiste al día, no es mucho, pero ríete, da besos a doquier, llora sin razón...o con ella, vive, mejora tu vida, y así podrás mejorar la de los demás.

Desde mi pequeña atalaya que este blog os mando un abrazo, un beso, una sonrisa, una lagrima, sentir...es lo único que nos queda para permanecer siendo humanos.

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